Del “puente de las Arcadas” hasta la casa del barquero de Pradilla (7,7 km)
Comenzamos bajo el singular puente de San Antonio de Gallur, construido en hierro entre 1986 y 1902 en sustitución de un curioso puente de barcas, que a su vez reemplazó a la barca de paso de la localidad. La cercana Calle de las Pesqueras recuerda las pequeñas balsas, alimentadas por una acequia que por bajo ella discurre, donde se almacenaban vivas las anguilas pescadas en el Ebro.
Una vez embarcado te adentrarás en una zona con densos sotos en ambas orillas: un ambiente totalmente selvático.
En una revuelta del río, encontrarás unas rocas formada por gravas depositadas por el río, y posteriormente cementadas: son las calcretas, aquí conocidas como “mallacán”.
El cielo es surcado en este tramo por algún aguilucho lagunero, ya que anidan en el Galacho de los Fornazos muy cerca de Boquiñeni.
El paso de barca de Pradilla de Ebro marca el final de la etapa. Contactando con su ayuntamiento puedes visitar el museo de la Casa del Barquero para conocer los oficios fluviales, la historia de la navegación en el Ebro, y las antiguas barcas de paso de la comarca.
- El cauce traza una larga recta flanqueada por frondosos sotos a ambas orillas. Los sonidos completan un paisaje lleno de vida.
- En la margen izquierda, el río erosiona unas gravas cementadas de forma natural. Las «calcretas» conforman una ribera de apariencia singular.
- En las inmediaciones de Pradilla de Ebro, una extensa playa de gravas situada en la margen derecha nos indica los movimientos de un río vivo.
- La casa del barquero de Pradilla, ahora transformada en museo de cultura fluvial ribereña, muestran algunas de las relaciones de la población con su río
Practica el turismo fluvial
En Gallur
Las anguilas que remontaban desde el Mediterráneo eran fundamentales en la dieta y economía de los pueblos ribereños. Una calle en Gallur recuerda una tradición perdida… Puedes preguntar por las «pesqueras» y su uso.
En el río
¿Natural o artificial? Te lo preguntarás al llegar a la «Revuelta de la isla» y ver las calcretas. Los carbonatos que contiene el agua de infiltración han precipitado entre las gravas sedimentadas por el río, cementándolas.
En Pradilla y Boquiñeni
Tan importantes eran las barcas de paso, que los barqueros vivían junto a ellas para garantizar su mantenimiento y servicio. Visita el museo en la casa del barquero, e imagina cómo era su vida.