Siguiendo la estela de El Quijote y Sancho Panza, ilustre Gobernador de la Ínsula Barataria (11 km)
En este tramo te recomendamos dejar el cauce principal y explorar alguno de los numerosos galachos navegables, extremando eso sí la precaución y remontándolos desde aguas abajo.
Entre las poblaciones de Pradilla y Luceni encontrarás uno de los más largos de todo el Ebro aragonés: más de 800 metros de un estrecho canal en el que disfrutar de un río más íntimo y selvático. No olvides que con caudales mayores de 100 m3/s la navegación de estos canales resulta muy peligrosa, sobre todo si se accede desde aguas arriba.
Frente a la localidad de Alcalá de Ebro, un “cauce de alivio” construido por la Confederación Hidrográfica del Ebro mitiga el riesgo de inundación de la localidad. Su progresiva naturalización lo hacen además indistinguible de un galacho natural.
También en Alcalá una escultura recuerda el pasaje del Quijote en que Sancho Panza demuestra sus virtudes como Gobernador de la Ínsula Barataria. Además, observa las infraestructuras (dentro y fuera del río) del antiguo teleférico minero que transportó durante décadas la sal de Remolinos hasta la estación del ferrocarril.
- Estas compuertas permiten la entrada del Ebro en la huerta cuando su crecida amenaza Pradilla. Después, grandes bombas devuelven el agua al cauce.
- En la margen derecha existe un largo galacho navegable. Remonta desde aguas abajo para disfrutarlo con seguridad, atento a los troncos atravesados.
- Aunque parezca un galacho, este canal naturalizado es un cauce de alivio para mitigar el riesgo por inundación en el casco urbano de Alcalá de Ebro.
- Estructura del antiguo teleférico de Purasal, utilizado en el pasado para unir las dos orillas y poder llevar la sal desde la minas de Remolinos al ferrocarril.
Practica el turismo fluvial…
En Boquiñeni
Un paseo por el Galacho de los Fornazos ayuda a comprender que los ríos se mueven. Puedes observar aves que nidifican en este antiguo cauce del Ebro, y otras que buscan comida sobrevolando el carrizal. ¿De dónde vendrá su agua?
En el río
Si desembarcas en el embarcadero de Luceni, puedes pasear hasta un álamo monumental. Sigue la pista remontando el curso del río, en cinco minutos podrás conversar con un viejo amigo del Ebro.
En Alcalá de Ebro
La antigua importancia de la sal se manifiesta en la palabra «salario». Hace 100 años, unas vagonetas cruzaban el río desde las minas de Remolinos. Llegaban hasta al singular edificio de «Purasal», junto a la estación.