El Cipotegato es un personaje encapuchado de la ciudad de Tarazona, disfrazado de arlequín con los colores amarillo, rojo y verde. A las doce en punto del mediodía, sale del Ayuntamiento e irrumpe en la plaza de España, a través de un pasillo abierto entre todos los vecinos y visitantes por amigos y antiguos Cipotegatos. Atravesando la plaza, es perseguido por la muchedumbre que le arroja tomates, realizando un recorrido por la ciudad. Si sale triunfante, será subido a la escultura erigida en su honor en la misma plaza. El Cipotegato es elegido anualmente, desde el año 1987, en un sorteo realizado entre los jóvenes de la población.
El Cipotegato es la tradición más universal de Tarazona y tiene lugar cada año el día 27 de agosto en honor a San Atilano
El recorrido únicamente lo sabe el Cipotegato, aunque es costumbre que siempre se inicie a las doce del mediodía y concluya también en el mismo lugar, la plaza de España. Una vez que el Cipotegato termina triunfante su recorrido y llega a la meta, es levantado hasta el monumento en su honor al grito de “¡Cipote, Cipote!”, ata un pañuelico azul a la escultura y así, da comienzo a las fiestas mayores de la ciudad turiasonense. El programa de las fiestas acaba el 1 de septiembre e incluye verbenas, espectáculos taurinos, pasacalles, fiesta de la espuma, bailes folclóricos… El día grande de la fiesta es el 28 de agosto, cuando tiene lugar la misa en honor a San Atilano, patrón de la localidad.
El Cipotegato es una fiesta tan peculiar que hay que vivirla en primera persona para poder vivirla y disfrutarla. Es orgullo y pasión de todos los turiasonenses y diversión para todos los visitantes y foasteros que se acercan a disfrutarla y que cada año deciden volver a vivir esta experiencia.