Agua y vino por las tierras de Calatayud
Las tierras de Calatayud sorprenden en cada visita
Su mezcla de historia y arte dan para mucho de sí. Comarca que da nombre a los excelentes vinos de una de las Denominaciones de Origen de Aragón, y en la que una gran parte de la fruta tiene C de Calidad Alimentaria.
Curiosamente un producto muy arraigado en esta zona son los garbanzos con congrio y patatas o con huevos escalfados.
Pero la gastronomía de Calatayud es muy amplia como el ternasco a la bilbilitana o verduras del Jalón. Su repostería y confitería son muy apreciadas especialmente los bizcochos de “suela” o de “soletilla”, las
frutas de Aragón y las cerezas al marrasquino.
El vino es sin duda una de sus señas de identidad, y en el Mesón de la Dolores, podemos encontrar una exposición permanente de la Denominación de Origen, además de ser un espacio cargado de recuerdos del pasado.
Desde Calatayud proponemos un triángulo para realizar esta ruta, los dos vértices nos van a llevar a Monasterio de Piedra y a Alhama de Aragón.
Por la carretera A-202 a 14 km, se encuentra Munébrega en cuyo municipio el cultivo de la vid está muy extendido. A 11km y por la misma carretera llegamos a Nuévalos y al Monasterio de Piedra. Es en este espacio monacal donde vamos a conocer y descubrir, por una parte la importancia que en la zona tiene la producción vinícola gracias al Museo de la Denominación de Origen Calatayud y por otro la rica fauna piscícola por el Centro de Interpretación de la Fauna Piscícola, ambos ubicados en dependencias del Monasterio.
Desde Nuévalos bordeamos el embalse de la Tranquera por la A-2503, giramos a la derecha por la A-1501 y 3 km después enlazamos con la A-2503, que conduce directamente a Alhama de Aragón.
En este municipio hay cuatro balnearios que no se conciben simplemente como centros de ocio y descanso.
Los 30 km que separan Alhama y Calatayud los vamos hacer despacio por la N-II, para poder contemplar la importancia de la fruta en este valle del Jalón. Peras, nectarinas, cerezas, manzanas o melocotones salen casi al encuentro del viajero.
En este camino nos encontramos con Terrer, donde merece la pena acercarse a contemplar La vieja azucarera, muy bien conservada, con su chimenea, su estructura de hierro y su tejado en forma de enjambre de abeja. Hoy es la sede de una bodega de la D.O. Calatayud, la Bodega Valdepablos.Calatayud ya está muy cerca pero antes de culminar la ruta merece lapena ir por la N-234 hasta Aniñón para ver la Casa museo del Aceite
de Aniñón. En esta localidad no sólo se puede aprender mucho sobre la elaboración del aceite, sino que, también se puede degustar el que elabora la Cooperativa “Santísimo Misterio”.