Gran calidad en tierras de secano
Proponemos un recorrido por el campo de Belchite, uno de los territorios menos poblados de Aragón
Donde la actividad agrícola, fundamentalmente de secano, nos descubrirá grandes sorpresas. A pesar de la dureza de su tierra y las escasas lluvias, encontramos productos de gran calidad. Olivos centenarios, Vinos de la Tierra del Bajo Aragón y agricultura ecológica combinan las tradiciones de la zona con la moderna tecnología.
Iniciamos el recorrido en el pueblo natal del pintor aragonés Francisco de Goya, Fuendetodos, en cuyas afueras hay varios neveros. Especialmente uno llamado La Culroya restaurado hace poco y que conserva una gran cúpula de piedra. Para llegar hay que tomar la carretera A-220 en dirección Villanueva de Huerva y coger a la izquierda el Camino del Corralillo. Además podemos llevarnos algunos productos cárnicos que elabora la Carnicería Montse, con especialidades como las morcillas y longanizas.
La siguiente parada está a 20 kilómetros de Fuendetodos por la A-220 por donde llegaremos a Belchite. En primer lugar, podemos visitar el Museo Etnológico del Valle Medio del Ebro que recoge la forma de vida y de producción agrícola tradicionales. Tienen secciones monográficas dedicadas a la siega, la trilla y las fibras vegetales. Los olivos centenarios de la zona proveen de materia prima a las almazaras que elaboran aceite de oliva virgen extra bajo la D.O. Aceite del Bajo Aragón. La Cooperativa el Campo San Martín y la centenaria Alfonso Muniesa se pueden visitar. También podemos acercarnos a una pequeña bodega de reciente creación. Mari Carmen Granel elabora el vino Grancores con uvas garnacha y cabernet sauvignon procedentes de la explotación familiar junto con bebidas espirituosas de café y limón.
Para dirigirnos a nuestro siguiente destino cogemos la carretera A-222 y en 12 kilómetros llegamos a Lécera. Esta localidad de fuertes contrastes climáticos favorece que sus viñas ofrezcan frutos de alta calidad. La Cooperativa Nuestra Señora del Olivar y Bodegas Témpore son dos bodegas que elaboran vinos acogidos a la calificación de Vinos de la Tierra del Bajo Aragón y se pueden visitar. Bodegas Témpore ofrece el poder realizar cata comentadas de sus vinos tras la visita.
Además del vino, la agricultura ecológica tiene gran protagonismo de la mano de la empresa Ecolécera. Elabora pastas y legumbres ecológicas mediante técnicas tradicionales, así como la más moderna tecnología
en el conocimiento de los ciclos biológicos de las plagas, aperos y maquinaria adecuada.
Desde Lécera, continuamos camino hacia Moneva por la A-222 y, haciendo una incursión por la provincia de Teruel por la TE-V-1041 llegamos a nuestro destino por la carretera CV-821 que es el pueblo de Moyuela. Aquí merece la pena visitar las cuevas – bodega en el Cabezo de San Jorge, de un importante valor etnográfico.
Desde esta localidad por la A-2306 nos dirigimos hacia Azuara, en cuyos alrededores se conserva un antiguo nevero. Veterana también es la fábrica de harinas San José de los años 50 y que todavía conserva en buen estado la maquinaria para moler el trigo.
A seis kilómetros por la A-1506 llegamos a Letux donde encontramos la empresa Quesos Artesanos de Letux en la que Lourdes Artal elabora unos magníficos quesos artesanos, una muestra más de la calidad gastronómica del Campo de Belchite.
En prácticamente todos los pueblos que vamos a recorrer en nuestra ruta el establecimiento que no falta es la carnicería, donde nos ofrecen una gran variedad de carnes. Podemos comprar ternasco y distintos derivados del cerdo, pollos de corral o conejos.
En los últimos pueblos por los que discurre la ruta: Lagata, Samper de Salz así como Letux, encontramos con otro producto gastronómico que se identifica poco con estas tierras, la fruta. El río Aguasvivas, que discurre por esos términos municipales favorece la presencia hortofrutícola, en la que la pera tiene el protagonismo.
Desde Letux por la CV-914 se llega a Lagata. Aquí la empresa Riet Vell tiene un almacén y elabora pasta con trigo duro procedente de cultivos ecológicos extensivos.
Siguiendo el curso del río Aguasvivas, por la misma carretera, nos acercamos a Samper de Salz, último pueblo del itinerario y donde se hace más evidente la importancia económica de la fruticultura. Frutas y hortalizas del Aguasvivas es una de las empresas que comercializa frutas cultivadas en la ribera de este río.
Una magnífica oportunidad para conocer los productos gastronómicos de la zona es a través de las Jornadas Gastronómicas del Campo de Belchite que se realizan anualmente durante todo el mes de noviembre.
Las actividades más atractivas de las jornadas son las comidas y cenas que se organizan en las distintas localidades, siempre con productos locales.