Daroca se vuelca con sus fiestas del Corpus, que son de interés turístico de Aragón y tienen como acto central una procesión que llena sus calles de color.
Daroca celebra sus fiestas del Corpus del 3 al 11 de junio
Daroca llena de color sus calles, vigiladas por las murallas de su antiguo recinto medieval, desde el sábado 3 de junio y hasta el domingo 11 durante sus fiestas del Corpus, declaradas de interés turístico de Aragón. El jueves día 8 es el día grande y el acto central es una colorida procesión, marcada por las alfombras de flores que decoran el municipio y los pétalos de rosas que tiran los niños y niñas vestidos de comunión.
La procesión sale de la basílica de Santa María, un edificio que ya de por sí merece la pena visitar y conocer su arquitectura, y llega hasta las afueras de la ciudad, hasta la llamada Torreta que se sitúa ya en el exterior de la muralla. Cada año, al llegar a ese punto se celebra un sermón que conmemora el milagro de los Corporales desde, al menos, 1414.
El acontecimiento que se honra sucedió en 1238, en el marco de la reconquista cristiana de la Península. En la iglesia de San Cristóbal de Daroca se celebraba una misa debido a que las tropas musulmanas habían sitiado a los cristianos. En la ceremonia, las seis hostias que guardaba el sacerdote aparecieron empapadas de sangre. Esto se consideró un prodigio y el cura encabezó las tropas cristianas, que se lanzaron a la lucha saliendo victoriosas.
Tal y como cuenta la tradición, colocaron el paño en el que se guardaban esas formas en una mula, que fue a parar a la iglesia de San Marcos de Daroca y allí se conservó durante años hasta que se trasladó a la iglesia de Santa María. Los corporales se han convertido en el símbolo de Daroca y las fiestas que se celebran entorno a ellos son de interés turístico en Aragón.
Las calles del municipio se llenan de color para la procesión gracias a los pétalos de flores, pero los días previos y los posteriores se llenan también de otro tipo de actos festivos como gigantes y cabezudos, bailes, el toro de fuego… Se trata de una fecha perfecta si quieres visitar Daroca en un ambiente festivo y aprovechar para descubrir su patrimonio, ya que sus calles constituyen un auténtico museo en vivo de la edad media, época en la que vivió su mayor esplendor.